Un enfoque sencillo para lograr nuestras metas

Vamos a hablar de nuevo de los procesos, de emprendimiento, de logro de objetivos o de mejora, y como en ocasiones anteriores estos pueden ser aplicados tanto a nivel profesional como personal.

Para calibrar el propio progreso, seleccionar objetivos (min/max) mínimos y máximos.

Si sobrepasas con frecuencia los mínimos, los objetivos son demasiado modestos.

En este caso la recomendación es pensar en grande, ser ambicioso y no intentar cumplir objetivos por el mero hecho de lograrlos, pues lograr metas que no son suficientemente efectivas para el éxito puede ser recompensante en el corto plazo pero no nos hace avanzar, o cuando menos, no hacia un objetivo realmente importante.

Si bien por el contrario, si nunca alcanzas los máximos a lo mejor los objetivos son poco razonables.
No seas tan duro o exigente contigo mismo. En muchas ocasiones nuestras espectativas ideales van a distar de los logros que hemos de obtener y practicamente nunca lograremos lo que nos propongamos de la manera en que hemos previsto o proyectado.
Sin embargo aunque deseemos alcanzar nuestra meta, hemos de ir dosificando y avanzando de modo adecuado.

La perfección no es posible en los emprendimientos personales o profesionales, eso hay que asumirlo porque si no, nos veremos frustrados a las primeras de cambio. Además si pretendemos la perfección desde el inicio, es muy posible que ni siquiera comencemos, produciéndose la Parálisis por Análisis que ya hemos visto en artículos anteriores.

Por ello, para este caso la recomendación es en el sentido de que hay que intentar alcanzar metas intermedias que nos acerquen a ese objetivo final.
Estos objetivos cortos nos mantendrán a su vez motivados. Ya no importará tanto cómo lo hayamos logrado exactamente, y cuanto nos hemos separado de nuestro presupuesto, sino que lo que realmente queremos es lograr alcanzar esa meta finalmente. No quiero decir con esto que el fin justifique los medios, pero sí que los planes de empresa son un simple papel con las mejores intenciones y expectativas pero que luego la realidad y el llevar la teoría a la práctica es otra cosa bien distinta.

Si conoceis emprendedores en vuestro ámbito familiar o relacional os podrán decir que surgirán inevitablemente problemas imprevistos, no por mala planificación sino porque van a ser situaciones imposibles de preveer. Así que contar con ello.