Coaching
Se va a desarrollar estos días en la capital del Ebro, una convención de coaching. A nivel nacional esta semana entrante, este va a ser un tema frecuente en los medios dado que se celebra el 'día internacional del coaching'. Sí, el coaching también tiene su día internacional. ¿Qué cosa no lo tiene?
Reflexionando sobre porqué el Coaching, algo aparentemente tan nuevo surge en la sociedad cuando aparentemente todo está ya inventado:
Está de moda esta disciplina, de personal training pero en el ámbito del desarrollo personal, y no sólo en el atlético, como lo era aquel entrenador de toda la vida que tenían ciertos famosos.
Este asistente orienta, enfoca, y potencia las capacidades de la persona o
coachee, que le pide sus servicios, pero básicamente, lo que es el coach, es un
motivador.
El coaching es fundamentalmente una orientación y un apoyo psicológico que se infiere al cliente, para que emprenda o logre unos objetivos, que aparentemente por sí mismo es incapaz, sea por sus limitaciones reales o por las mentales.
El Coaching es una práctica que se extiende en nuestros días con gran éxito. Como leí hace unos meses en un periódico, 'El Coaching existe debido a que no tenemos Buenos Amigos' de los de verdad, de los que les confías todas tus preocupaciones, amigos de los que puedes contar con los dedos de una mano.
En la actual sociedad del estrés y las prisas, no tenemos tiempo apenas de quedar a hablar con los buenos amigos, y por eso buscamos este tipo de apoyo en una persona externa. En un profesional ajeno a nosotros pero dispuesto a llenar esas necesidades que antes eran cubiertas, por amigos, que si bien se tienen, no les dedicamos el tiempo necesario.
Ya no es cuestión de tener o no amigos a los que confiar nuestras cosas más personales o profesionales, sino de pasar con ellos el tiempo suficiente. Esa terapia es la más conveniente. Rodearse de amigos, amigos que aportan, de esos que siempre están positivos, que suman, que animan y motivan en lo general de la vida, y evitar la necesidad de un coach, que viene a llenar quizá un vacío, que está destinado a ser llenado por una faceta más íntima y personal, que quizá sintamos carente por déficit de 'amiguina'.
Las redes sociales de las que hablábamos en el artículo anterior, nos facilitan el contacto con los amigos y conocidos, y favorecen no perder de vista a nuestros seres queridos, pero no son sustitutivos en absoluto, ni compensan la necesidad de reunirse en persona y cara a cara para relacionarse de una manera plena y mucho más relevante emocionalmente.
La red social nos mantiene unidos pero su tejido es frío y distante. No hay nada mejor que el calor de una conversación en torno a un café, una copa o una cena.
