sábado, octubre 31, 2020

Juega a la lotería

La mayoría de asesores financieros son contrarios a recomendar comprar lotería.
Por el contrario yo soy más bien partidario. Me explico.
La compra de un décimo de lotería de navidad por ejemplo, se trata de una opción de compra call muy fuera del dinero y de muy baja probabilidad (1 entre 100.000 para el premio máximo de 400.000€ antes de impuestos). Pero el riesgo está limitado a una pérdida asegurada relativamente baja, el precio del décimo (20€), que sería el precio de la call, y tiene la opcicionalidad de cisne negro positivo.
La estadística, no le da a las distribuciones la valoración correcta a los riesgos de cola (positivos y negativos) en cuanto al fuerte efecto aunque improbable que tendrán en caso de producirse. Este aspecto es definido por el profesor Taleb como thick tails. Pero sin entrar en más valoraciones desde el punto de vista financiero, la lotería no ha de valorarse como una mera inversión, hay que tener en cuenta otros aspectos sociales. Genera una sensación de ilusión que se vive más intensamente el día del sorteo, fomenta la socialización, las conversaciones e intercambios, y compartir con nuestro círculo cercano de relación un tipo de evento social al nivel de celebraciones o eventos como haloween, las fiestas del pueblo, ir a ver un partido de tu equipo, la semana santa, carnaval o más claramente la navidad en su conjunto. En el caso de la lotería de navidad se trata claramente de una tradición que da inicio a esta entrañable época del año.
La lotería pues, aporta otra serie de intangibles con cierto valor añadido no recogido en el precio de la opción de compra call con objetivo de lograr un improbable premio, cisne negro positivo que se decía antes. Ese otro aspecto hay que tomarlo también en consideración. Por ello, os recomiendo no ser el bicho raro que descarta jugar por convicción cuando no se trata de una actividad fríamente calculable en términos financieros, que además llegado el caso podría incluso suponer una gran alegría. Es un acto social. La economía es una ciencia social y en este caso se refleja a la perfección. La parte de ciencia podría desaconsejar, hasta cierto punto, la compra de lotería, sin embargo, la parte social de este juego aconseja lo contrario.