El equipo de fútbol español y otros deportistas de élite de
nuestro país han empezado a ganar constantemente, situando los resultados del
deporte español en las cotas más altas jamás alcanzadas a nivel mundial y en
numerosas disciplinas altamente competitivas.
Casi llegamos a potencia deportiva en los grandes
deportes. Fútbol de club o de selección,
Baloncesto, Futbol sala, Balonmano, Natación Sincronizada, Tenis, Ciclismo,
Fórmula Uno, Motociclismo, o incluso, Rallyes, Hockey, Voleibol, Waterpolo,
Bike trial, Patinaje en línea… en este último tenemos a la deportista que más
títulos mundiales de cualquier disciplina deportiva se hayan conseguido, que
ostenta la zaragozana Sheila Herrero con sus 15 campeonatos del mundo.
Esto antes no pasaba, no se ganaba, y si ponemos el ejemplo
en la selección nacional de fútbol,
diríamos que el cambio se produce, ya no tanto en la capacidad técnica o
en la preparación física, sino en que ahora se visualizan como ganadores se ven capaces
de lograr las victorias, antes no tenían esta convicción, y esta visualización
les conduce a la victoria con facilidad. La mentalidad es la que les hace ganar.
Querer ganar y actuar para ganar con convicción de ser capaces les lleva a
ganar. Antes, esta actitud no estaba, todo quedaba en una intención, se
competía con expectativas, poco firmes, se pensaba que ‘podría ser’ ‘por qué no’,
‘a ver si se logra’. Pero no se lograba casi nunca. Ahora se gana siempre,
porque se visualiza el triunfo y por ello se alcanza.
El haber visto cómo unos y otros lo lograban, ha imbuido al
resto en una dinámica de victorias, se han visto los deportistas mismos
capacitados para el éxito admirando el éxito de sus compañeros y todo ese
triunfo les ha espoleado, les ha convencido. ‘voy a ganar’, ‘voy a por todas’,
‘Si alguien puede yo también puedo’ han sido los nuevos lemas. Mirando el
espejo del deporte y llevándolo a la empresa o a la vida misma, se podría decir
que creer en la victoria lleva a vencer.
Nadal, Alonso, Gasol, Contador, Pedrosa, Lorenzo, Iniesta, Casillas,
Sainz, Hombrados, Pascual, Cachón, Herrero, o los anteriores, Nieto, Induraín,
Ballesteros, donde se fijaron los actuales, tienen en común La motivación, esta es la clave. Si no se pierde ésta,
si no se desfallece, si se cree y se sigue luchando por el objetivo convencido
de lograrlo, se logra, en el deporte español están los ejemplos ¡y no caben
todos!