martes, julio 17, 2012

Cuando la fea gana el concurso de miss mundo

Economía



Cuando las cosas no son como las pintan, es porque algún malintencionado interés quiere hacernos creer al resto de los mortales, que las cosas son de determinada manera.
Algo no encaja, sobre todo en cuanto a agencias de calificiación se refiere.
No hace falta recordar que los de Bastard & Poor's y los de son of a Fitch, no vieron ni de lejos la que se nos venía encima en 2007, y ni tan siquiera en el propio 2008.
Los mismos que ahora vilipendian al reino de España degradando una y otra vez el rating del país y por añadidura de sus empresas, incluso más relevantes.

Esto supone para el común de los ciudadanos españoles que, este apretón tras apretón de cinturón que vivimos día a día (con lo que nos está costando), se dedique a pagar unos intereses de la deuda que vamos pidiendo cada vez más cara, porque a estos ineptos no se les ocurre nada más que bajar nuestra calificación de solvencia a los niveles de Angola e incluso por debajo de la de la exótica Filipinas.

Pues bien señores de las agencias, si España está tan mal como ustedes nos venden ¿Por qué Alemania, que está cargada hasta las cejas de deuda española, mantiene su calificación de triple AAA? o ellos están sobrecalificados o nosotros minusvalorados, pero las dos cosas no cuadran, ya que si España se va a pique, a Alemania se le va un buen pellizco detrás. Lo suficiente como para que pierda aunque sea por exposición alguna A. Su rating no es realista, y el nuestro desaforado.

El ejemplo más llamativo y esclarecedor en esta reflexión sobre el tema de que las agencias de calificación no dan pie con bola, es el nivel de rating que le otorgan a Banco de Santander, a 2 escalones del bono basura... y resulta que gana este año el premio a mejor banco del mundo. Este mismo año, un banco español, y el mejor del mundo, del mundo mundial... por tercera vez en los últimos 7 años.

Algo pasa con estos jueces que dicen que la Miss Mundo es fea. Límpiense las gafas, y cuídense de sus opiniones, erradas o malintencionadas, porque cada vez que nos critican nos destrozan la calidad de vida, haciéndonos gastar todo lo que generamos, en intereses que llenan los bolsillos de... ustedes sabrán. (o ustedes, sólo, valdría para finalizar la frase). No parecen muy buenos en su trabajo, y lo malo es que quizá no sea cuestión de que no saben, sino de que no quieren, y me pregunto a que intereses responde esta actitud. Cual es el real ¿Por qué?

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